Las condiciones nivometeorológicas de este invierno, principalmente debidas a la cantidad de nieve caída durante los meses de marzo, abril y mayo, han hecho que, a pesar de tener el verano a la vuelta de la esquina, aun haya gran cantidad de nieve en el suelo por encima de 2000 m.
Este hecho nos preocupa ya que normalmente para estas fechas, podemos encontrar algún nevero entre los 2000 y 2800m. Sin embargo a día de hoy, esas cotas presentan grandes superficies de nieve que cubren los senderos estivales y rutas clásicas de montaña.
¿Qué supone esto? Pues que salimos a hacer montaña con el chip del verano, y nos encontramos con unas condiciones de “no verano”. Si no vamos preparados (piolet, crampones, cuerdas a veces), si no estamos acostumbrados a movernos por nieve, si vamos en zapatillas, etc, podemos animarnos a cruzar un nevero (“Total, son solo 10 metros de nada”), resbalar y salir despedidos montaña abajo.
De cara a evitar accidentes, os incluimos en este post algunas recomendaciones:
- Las rutas estivales señaladas en los mapas pueden estar cubiertas por nieve. Si te encuentras en esa situación y no te sientes seguro de pasar sobre la nieve para continuar tu actividad (porque no llevas el material adecuado, porque no te gustan las consecuencias de la caída), dar la vuelta es la opción más razonable.
- Si ves que hay otra opción segura que no pase por nieve, valora la posibilidad de modificar tu plan inicial.
- Atención a los barrancos cubiertos por nieve. Por debajo circula el agua, y al pasar sobre ellos puede colapsar el puente de nieve precipitándonos dentro del barranco. Las consecuencias pueden ser muy graves, sobre todo si el agua nos arrastra barranco abajo por dentro de la nieve.
- El material que debes utilizar para caminar sobre la nieve son los crampones y el piolet. Si vas solo con botas, o peor aun, en zapatillas, tus probabilidades de resbalar aumentan rápidamente.
- Analiza las consecuencias de una caída. Si vas a pasar por un nevero, y ves que al caerte puedes llegar a estrellarte contra unas piedras, o caer hacia un cortado, no esperes a resbalar para comprobarlo. Es mucho más fácil pensar en las consecuencias de la caída (todos sabemos hacia donde nos vamos a caer en caso de resbalar) que en si vamos a ser capaces de pasar o no.
- No te puedes imaginar la velocidad que coge una persona resbalando por un nevero. En pocos segundos te conviertes en una bala deslizándote montaña abajo. En bastante difícil detenerse si no llevas un piolet.
- Planifica tu ruta. Infórmate de las condiciones antes de ir: si hay nieve o no, qué meteo va a hacer, desniveles, material necesario, etc. Si no te sientes seguro y aun así quieres hacer la actividad, contrata un guía. Son profesionales que te van a ayudar, van a velar por tu seguridad y te van a enseñar muchas cosas.
- Se conservador en tu decisiones. La montaña siempre va a estar allí y encontrarás días con mejores condiciones para hacer tu actividad. No merece la pena arriesgar y jugar a una lotería en la que el premio gordo es un accidente con consecuencias graves.
- Lleva siempre contigo un botiquín y toma un curso de primeros auxilios. Hacer una primera intervención eficaz en un accidente puede salvar vidas.
- En caso de accidente, llama al 112. Comunica brevemente y con exactitud qué ha sucedido, cuantos heridos, vuestra localización, cuántas personas sois en el grupo, la meteo en la zona (por si puede volar el helicóptero) y los medios y recursos con los que contáis.
Con este post no queremos ser alarmistas, ni que nos tengáis por unos exagerados. Hemos visto que en comparación con los últimos 5 años las condiciones de la montaña a principios del verano son de primavera, y por tanto, nuestro comportamiento, planificación, rutas y actividades deben adaptarse a esas condiciones. Tenemos que ser capaces de variar los planes, ser flexibles y poner a prueba nuestra capacidad de análisis de peligros y riesgos. ¡También en verano hay que usar los buenos hábitos de circulación!