La estabilidad del manto nivoso es una propiedad local del manto de nieve que da cuenta de la tendencia al desencadenamiento de un alud en una ladera cubierta de nieve (Reuter y Schweizer, 2018).

La estabilidad del manto nivoso se clasifica como: muy pobre, pobre, regular y buena.

Observaciones:

Según el tipo de alud, la estabilidad del manto nivoso se describe mediante:

1. La iniciación de la fractura, la propagación de fisuras y la tensión interna que soporta la placa (alud de placa) (Reuter y Schweizer, 2018)
2. La pérdida de fuerza/unión (alud de nieve sin cohesión) (p. ej., McClung y Schaerer, 2006)
3. La pérdida de la fricción basal y de la tensión y/o compresión interna de la placa (alud de deslizamiento basal) (p. ej., Bartelt et al., 2012).
4. La estabilidad del manto nivoso está inversamente relacionada con la probabilidad de desencadenamiento de un alud ya que describe lo propenso que es el manto nivoso a desprenderse ante un desencadenante o sobrecarga específico (Statham et al., 2018), como, por ejemplo, una persona esquiando en una ladera.

La Tabla 1 muestra la relación entre la estabilidad del manto nivoso y la facilidad con que se desencadena un alud.

3. El término local se refiere a un lugar que varía en tamaño o extensión: desde una posible ubicación de la activación o punto donde se realiza un test de estabilidad hasta una zona de salida.
4. Todas las evaluaciones de la estabilidad del manto nivoso pueden referirse al futuro (pronóstico/forecast) o al presente (nowcast) en base a las observaciones o los modelos. Por ejemplo, si la estabilidad de un manto de nieve en una zona de desencadenamiento se considera regular hoy y para mañana se espera una capa de nieve nueva, mañana se deberá evaluar la estabilidad del manto teniendo en cuenta la nieve nueva. Probablemente, haya cambiado a pobre o incluso muy pobre en ese momento.

Distribución de frecuencias de la estabilidad del manto nivoso

La distribución de la frecuencia de la estabilidad del manto nivoso describe el porcentaje de puntos para cada tipo de estabilidad relativo al conjunto del terreno de aludes. Así, la frecuencia f para todos los puntos con clase de estabilidad i (ni) en comparación con todos los puntos (n) es f(i) = ni/n. La distribución de la frecuencia de la estabilidad del manto nivoso se clasifica según cuatro tipos: muchos, algunos, pocos y ninguno o casi ninguno (Tabla 2).

1. La distribución de frecuencias de la estabilidad del manto nivoso viene referida a (muchos) puntos (es decir, puntos donde se han realizado test de estabilidad, puntos donde se evalúan modelos nivológicos o ubicaciones potenciales de desencadenamiento) o zonas de salida de avalanchas.
2. La frecuencia debe evaluarse para una región de aviso, que debe ser igual o mayor que la unidad de referencia.
3. La definición pide, en teoría, un porcentaje. Sin embargo, en numerosas ocasiones esto es imposible de evaluar ya que la distribución de frecuencias en una situación real a menudo debe deducirse a partir de unos pocos datos. Los porcentajes o umbrales para muchos, algunos, pocos y ninguno o casi ninguno, difieren según el tipo de medición/evidencia utilizada o disponible. Por ejemplo, los porcentajes de pendientes que producen aludes naturales pueden ser más bajos que el porcentaje de puntos con test de estabilidad que indican una estabilidad muy pobre.