Para graduar la dificultad del ascenso, se utiliza la tradicional escala U.I.A.A. habitual en las escaladas alpinas. Para ello, se da una graduación con letras: F (fácil), PD (poco difícil), AD (algo difícil), D (difícil), MD (muy difícil) y ED (Extremadamente difícil), acompañado de signos +/- para realizar subdivisiones.
Para graduar la dificultad del descenso, se utiliza la escala Toponeige, que consta de una escala de cinco niveles, del 1 al 5. Los cuatro primeros niveles se subdividen en tres, por ejemplo 3.1, 3.2, 3.3 y el quinto nivel, el más difícil permanece abierto por arriba, siendo 5.6 lo más difícil que se ha esquiado.
No obstante, graduar algo tan variable como una pendiente nevada es muy difícil, ya que la calidad de la nieve va a resultar verdaderamente determinante sobre la dificultad real que encontremos.
– Esquí 1: Nivel de iniciación, se trata ya de esquí sobre terreno alpino y no de esquí nórdico. Las pendientes no sobrepasan los 30º, los pasajes no son demasiado estrechos y el desnivel es inferior a 800 m.
– Esquí 2: Pocas dificultades técnicas, pendiente hasta 35º máximo, pero con un desnivel que puede ser importante.
– Esquí 3: Entrada en el esquí-alpinismo: Pasajes técnicos, pendientes largas a 35º, pasajes muy cortos hasta 40/45º. Bosques muy densos, pistas forestales empinadas.
– Esquí 4: Esquí de corredor o de fuerte pendiente: 40 a 45º sostenido en tramos largos (más de 200 m.). Terrenos de media montaña muy accidentados o bosques muy densos con pendientes moderadas.
– Esquí 5: Pendientes muy empinadas: A partir de 45º en tramos largos (más de 300 m.), o pendientes superiores a 50º en tramos cortos.
Para graduar la exposición se utilizan cuatro niveles, del 1 al 4 seguidos a una letra E. Se basa en las heridas que sufriría un esquiador en caso de sufrir una caída descontrolada, sin opción a detenerse debido a la nieve dura, la pendiente, cortados rocosos…
Recordar que en caso de malas condiciones, muchos recorridos catalogados como E1 pueden ser peligrosos, ya que a menudo una sola piedra que sobresale de la nieve, es suficiente motivo para tener un accidente grave en caso de impacto.
– E1: Libre de árboles y piedras, no hay grandes obstáculos, la exposición es la de la misma pendiente: Sobre nieve dura y fuerte pendiente el riesgo de resultar herido puede ser importante.
– E2: El eje de la pendiente tiene una barrera rocosa que agravaría los riesgos de herida en caso de caída. Los corredores que serpentean ligeramente, o donde la línea de caída te escupa hacia los bordes rocosos, están dentro de esta categoría.
– E3: Una caída implicaría pasar por encima de cortados importantes, pero el impacto con un obstáculo no está asegurado. Se supone que estrellarte contra un muro de roca, o saltar un cortado es lo más probable, aunque no es 100% seguro. Un accidente mortal es bastante probable. Los corredores que serpentean mucho están dentro de esta categoría.
– E4: Paredes muy altas con múltiples escarpes rocosos, en caso de caída es seguro que impactaremos contra muros rocosos o saltaremos sobre cortados importantes. Un accidente mortal es la opción más probable.